La Astrología ha sido mi mejor compañía en los momentos de confusión, desesperación, frustración.. en esos momentos en lo que duele la vida, en los que te sientes perdido, en los que no entiendes razón..

Suelo poner en práctica una herramienta para "defenderme" de los demás, cuando alguien quiere decirme cómo dirigir mi vida simplemente observo la suya y así como me señala lo señalo, ésta "arma" no es precisamente benéfica para ninguna de las partes, a mí, no me permite escuchar sin estar a la defensiva, no me permito escuchar la sabiduría que me puede estar llegando desde la otra parte, es una actitud que cansa y que aleja.


Esa actitud se formo en mí durante años y era parte de mi vida, consciente e inconscientemente, aún se manifiesta, me he preguntado por qué no escuchar sin sentirme agraviada u ofendida, por qué la necesidad de atacar.. He caído en cuenta que hay un parte de mí que no escucha a cualquiera, es como cuando te dicen que no le vas a pedir un consejo de inversiones a alguien que jamás en su vida haya invertido, es lo que me pasa, para tomar en cuenta la opinión de una persona primero he de tener que admirarle y respetarle por el ser humano que es, y no por la fama que tenga o por ser quien cree que es, tiene que ser una calidad que yo haya validado, entonces ahí mis oídos se abren, mi mente escucha, aunque no ciegamente.

Cuestiono, cuestiono y cuestiono, no solo al exterior, también a mí misma y ahí es donde la Astrología se convierte en mi mejor amiga, porque me explica, me enseña y me guía. No, no es una herramienta en la que uno se excusa, no es porque tengo a Saturno en tensión con la Luna, esa no es la razón de mi sentir, de mi actuar o de mi dolor, no es la causa, es la herramienta que me ayuda a comprender, me explica con arquetipos de dónde surge esto, no es el cielo quien me condiciona, es mi guía para descubrir cuáles son los miedos, los bloqueos, las barreras a derrumbar, los límites a aprender a expresar y más.



Hace ya unas cuantas décadas que inicié con el estudio de la astrología, como supongo la gran mayoría, leyendo libros de por aquí y de por allá, me integré a unos grupos de yahoo, pagaba por el servicio de internet unas horas y trataba de descargar e imprimir material para estudiar, después formé parte de algunas organizaciones "secretas" que enseñaban, entre otras cosas, la astrología y así me fui formando con conocimientos de diversas escuelas, enfoques y objetivos. Hay quienes dicen que la carta es algo que no puedes cambiar, hay quienes le dan un uso predictivo, quienes interpretan las vidas pasadas, etc, etc..

Y en todo ese brinca que brinca de una escuela a otra, llegué con un maestro que tuvo el amor, la paciencia, la vocación y la entrega para enseñar a un grupo a través de la distancia por 3 años lo que el llamó un curso de "Astrología Básica". Y fue su enfoque el que me hizo enamorarme de la Astrología, un poco más de lo que ya estaba, su forma de explicar, su forma de contarnos este conocimiento tan amplio me ayudó a comprender tanto.



Ese enfoque es el de la Astrología Humanística, esta herramienta se basa en el autoconocimiento, él nos enseñó que "Destino es todo lo que no conozco de mi mismo", así que ahí emprendí un gran viaje de autoconocimiento que no termina, que parece infinito, al menos hasta que permanezca viva.

Y cuando escucho decir "es que es por mi Luna en Virgo" pienso, que esos argumentos como justificación de un actuar son solo la falta voluntad para cambiar esos condicionamientos, aún después de tantos años de que la Astrología Humanística a ganado cada vez más adeptos, seguimos enseñando que Aries es el emprendedor, que Escorpio es el intenso, que Piscis vive en la inopia, etc., No es el cómo eres, es lo que hay que hacer consciente para hacer de tu vida la mejor presentación y no para excusarte de tu hacer o no hacer.

Esto es algo que trato de recordarme cada día que voy a ella para escucharla, para pedirle guía, para tomar un respiro del mundo, de la vida, de mi vida.


Palabras de cierre de Febrero 2021.
un mes en el que me la pasé un poco retraída, ja. 

INA